El "Sunzi" o tratado del Maestro Sun data aproximadamente del último cuarto del siglo IV a.c.
En trece capítulos, y envueltas en una aureola exótica, se recogen sus enseñanzas sobre “El Arte de la Guerra” que es como popularmente se conoce en nuestros días a este texto.
La datación de este escueto tratado se enmarca en el periodo en que “Los Reinos Combatientes” (480-221 a.c.) que es la época cuando la las confrontaciones entre las naciones chinas dejan de caracterizarse por ser un “torneo de valores” entre la exclusiva clase guerrera o “los caballeros” de cada uno de los bandos contendientes, para pasar a ser una cuestión que abarca al estado entero, al cual se organiza a semejanza de un ejército guardando la correspondencia de los niveles sociales.
Comprender la cultura de China, según los entendidos, en un proceso en el que se necesita conocer la evolución de la historia desde una perspectiva enorme en la escala temporal. Todo cambio requiere de varias generaciones para compensar la inmensa inercia de la masa poblacional. Sin embargo, estos períodos quedan arraigados profundamente en la cultura, artes, escritura y mentalidad del gigante asiático.
Leer “El Arte de la Guerra” en este mismo instante (con la simbólica visita del Presidente Chino a EEUU como telón de fondo) produce cuando menos desasosiego. Procederé a enumerar las razones.
1.-Uno de los pilares fundamentales del libro es el principio por el cual se debe evitar la confrontación con la intención de ganarla sin tener que disputarla. Así pues China no se confronta con nadie económicamente, únicamente avanza inexorablemente y “envuelve”.
2.-En “terreno de convergencia” (perteneciente a varias naciones) se sirve de alianzas para imponerse a un adversario. En este blog creo he mencionado por ejemplo la financiación y construcción china para el puente a través del Danubio en Belgrado. Así pues observamos una creciente actividad diplomática del país oriental busca puntos estratégicos, en este caso de Serbia, como futuro país de la Unión Europea y con gran potencial de crecimiento y consumo.
3.-También se menciona el concepto de valerse del enemigo, es decir, “que el enemigo trabaje para ti”. Al comprar deuda de España o cualquier otro país, es al final lo que está haciendo. Siempre que otro país trabaje para ti y te haga ganar dinero, no trabajará para sí mismo. En definitiva, progresarás a costa de él. Ahora todos los mercados están muy felices por la recolocación de la deuda pero, se ha parado alguien a pensar en lo que pasará cuando ese bucle de recompra y refinanciación de deuda estatal se acabe y las naciones inversoras quieran cobrar “en efectivo”. La buena noticia no debería ser conseguir colocar la deuda, sino que no haya deuda que vender y se esté amortizando la anterior.
4.-Otra de las ideas básicas del tratado es el mantenimiento estricto de la disciplina. Esté mecanismo debe estar tan perfeccionado de modo que las órdenes se transmitan desde la cabeza del general (a quien no corresponde la tarea de empuñar la espada) hasta el último de sus soldados sin posibilidad ninguna de malentendimiento o desobediencia de las mismas. Por todos es conocido el férreo yugo que impone China a su población en cuanto a derechos humanos, precisamente porque la privación de unos derechos fundamentales y unas necesidades básicas era la metodología aplicada para la imposición de disciplina desde los tiempos de “los Reinos Combatientes”.
5.-El axioma de la preparación del ejército consiste en este caso en la preparación de toda la masa trabajadora china para mejorar su productividad. En este caso, los programas educativos chinos no me cabe duda de que deben estar haciendo progresos agigantados, aunque ciñéndose claro está al “manual ideológico”.
6.-La guerra (en este caso la económica como modo de derrotar a otras naciones sin recurrir a la confrontación tradicional) es ejercicio del conocimiento. Cuando se adquiere un avión de combate Shukoi-29 el fin último no es utilizarlo en operaciones militares, sino tener el conocimiento para producir otros muchos iguales. Este símil se extrapola al resto de la actividad industrial en la búsqueda del “know how”.
7.-En una situación desesperada o sin salida, el enemigo se ve obligado a luchar con todas sus fuerzas hasta la muerte. Es preferible dejarle siempre una escapatoria para que los soldados enemigos no se vean obligados a una acción “kamizake”. Por otro lado tú si debes dirigir a tus tropas hacia una situación sin salida para que luchen hasta la extenuación.
Cuando el presidente Hu Jintao le dice al presidente Obama que le va a comprar 45.000 millones en contratos aeronáuticos, aparte de extender la influencia de sus aerolíneas nacionales, está dejando una espita de salida económica a su rival global.
8.-El uso de espías como elemento de conocimiento del enemigo es otro elemento fundamental. Aparte de conocerse a sí mismo, se debe conocer totalmente al rival.
Existen muchas leyendas urbanas acerca de lo que hacen los inmigrantes chinos en cada país, su poca transparencia tanto económica como social. Sin entrar en discusiones de convivencia, ya que este blog pretende ser globalizador, la pregunta que nos viene a cuento es, ¿Hasta qué punto nos conocen ellos y hasta qué punto los conocemos nosotros? ¿Hasta qué punto los conocemos a ellos en su mismo país? Sinceramente opino que ellos nos conocen mejor a nosotros que viceversa.
9.-Una acción perfecta es la que no hay consumo energético. Así pues hay que evitar lo consistente y atacar lo hueco: Para China no supone ningún desgaste y sí mucha rentabilidad introducirse económicamente en países débiles de Africa, sin regulaciones que impidan su progresión.
10.-La guerra es también el arte de ser “inescrutable”. No tener forma para adaptarte al enemigo y a la vez para que aquel no pueda adaptarse a ti. Esta “insondabilidad” se apoya también en el arte del engaño. Hay que tratar de confundir continuamente al enemigo. Cabría reflexionar qué hay detrás, cual es la verdadera intención detrás de todas las actividades diplomáticas. Evidentemente China es hoy en día el amigo con dinero que todos quieren tener. Es esa entidad que ha dado el salto a una dimensión económica y financiera superior, pero ¿no nos hemos dado cuenta a estas alturas de qué va esto?
Propongo la discusión abierta (quizá la he exagerado un poco para animar a la discusión, aunque no hay nada inventado en lo anterior) de hasta qué punto es esto una conquista o una simple apertura progresiva de China a la convivencia mundial.
Como última reflexión mencionar que en el periodo de los “Otoños y Primaveras” (770-480 a.c., predecesor del periodo de los “Reinos Combatientes”), tal cual mencioné, existían caballeros guerreros en una competición de valores y virtudes (que también implicaba la salvaguarda de la paz). Hoy en día, guardando el paralelismo pseudo-económico, existen grandes empresas compitiendo.
Pero la incursión de China en el modo de la siguiente fase, en la cual la empresa es el país entero, va a significar que también las naciones enteras van verse forzadas a competir estructural, legislativa y económicamente de igual modo aunque no necesariamente de la misma manera.
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Hace unos años leí un artículo sobre China, cuando empezaba su apertura económica. Decían que la forma en que los chinos le habían dado la espalda al mundo durante siglos no era sino una forma de desprecio, ya que creían que el resto no teníamos nada que aportarles...culturalmente siempre se han creído un gran imperio, que son lo más, y ahora les ha dado por "invadirnos"...la verdad es que no sabemos mucho de ellos, pero creo que pronto vamos a aprender, y sí, dan un poco de miedo, jeje!
ResponderEliminarMJ